Esta sería la imagen que definiría mejor como fue la implantación de la energía eólica en la Terra Alta. Esta fotografía fue tomada en el consejo comarcal de la Terra Alta.
Este señor tan bien vestido es Ramon Carbonell presidente de Copcisa, en aquella época una empresa que tenía algunos proyectos de centrales eólicas en la Terra Alta (La Fatarella), centrales que vendíó antes de construir nada a una empresa china, esto sí ganando algunos millones de euros en el camino.
El del medio es un funcionario llamado Fermín, fue director del instituro de gandesa y luego delegado de industria en les Terres del Ebre por el partido Socialista de Catalunya (psc), luego de firmar todos los documentos que las empresas le ponían en su despacho, desapareció del mapa de la comarca y nunca más se supo de él.
El otro señor era presidente del consejo comarcal y los tres repartían becas a estudiantes de la comarca.
Constaban como administradores de la empresa GDES Joan Fages (miembro de la lista de fundadores y militante historico de convergencia), Manuel Peiró Herrera i Narcis de Carreras Serra.
En Febrero del 2006 los dueños de GDES venden la empresa (MW en proyecto, entre los cuales se encuentran els Pesells y la mayor parte de las centrales de la línea BERTA) por cinco millones de euros a las empresas FERSA y COMSA.
A partir de aquella fecha FERSA y COMSA pasaran a tener el control del 100% del proyecto de la central eólica proyectada en els Pesells. Para ello crean una empresa llamada FERCOMSA.
FERSA. Es una sociedad dedicada a promover y explotar instalaciones de energía renovables, principalmente centrales eólicas. Cotiza en el mercado continuo del Estado Español.
Constan Como presidente Jose Maria Roger Ezpeleta, con el 1,8% del capital.
Otros socios significativos son: Grupo Empresarial Enhol, S.L. ( 22,4%), Energia Inteligente Energena, S.L Unipersal (22%), Grupo Catalana Occidente (7,5%), Mytaros B.V (7,5%), Comsa Medioambiente, S.L (5%), BCN Godia, S.L (4,5%), Caja General de Ahorros de Granada (4,1%), Larfon S.A (2,7%).
La otra sociedad con el 50% de la empresa que tiene los derechos del proyecto de la central eólica sería COMSA.
COMSA esta controlada en un 70% por la familia Miarnau, en la fotografía vemos a la derecha Jorge Miarnau presidente de COMSA. El otro 30% estara controlado por la familia Sumarroca, Caja Madrid y Banco Sabadell, en la fotografía vemos en la parte izquierda a vicepresidente de la compañia Carles Sumarroca Caverol. (publicado el 5-7-2009)
Centrales eólicas que eran aprobadas con informes medioambientales redactados por las sociedades de cazadores locales.
El 13 de marzo del 2002, tenía lugar en Barcelona una importante reunión entre los departamentos de Medio Ambiente y de Industria. En el cónclave estaban presentes Oriol Pujol Ferrusola, que había sido nombrado secretario de Industria, y Albert Mitjà, director general de Energía y Minas. La intención era desbloquear el visto bueno para la apertura de tres parques eólicos que la consejería de Medio Ambiente había paralizado. Lo malo del caso es que dos de ellos soportaban un informe negativo de los servicios de esa consejería, que desaconsejaba su apertura por razones ecológicas.
Oriol Pujol apeló a otros argumentos más ‘contundentes’: el president Pujol tenía interés personal en conceder esas licencias. Punto y final. El 8 de mayo siguiente, el entonces conseller en cap (consejero jefe), Artur Mas, enviaba una carta al consejero de Medio Ambiente, Ramon Espadaler, en la que le decía textualmente: “En las últimas semanas, he ido insistiendo en la necesidad de autorizar la instalación de algunos parques eólicos (…) Me gustaría que me informases lo más pronto posible de la situación de los proyectos siguientes: Prat del Compte (parques eólicos de Carena de la Tossa y Coll Ventós), Ascó (parque eólico de Barbers), Colldejou (parque eólico de Les Costes) y Portbou (parque eólico de Tramuntana). ¿Qué razones impiden conceder estas autorizaciones?” Mano de santo: el 17 de mayo, nueve días más tarde, eran aprobados los proyectos de Portbou y Ascó y una semana después, los dos de Prat del Compte.
Tres de esos parques eran los aludidos por Oriol Pujol y donde su padre tenía interés personal. ¿Por qué ese interés? Paradójicamente, dos de ellos pertenecían a un veterano militante de CDC y fundador de CiU, Joan Fages. El nombre de éste figura en los documentos oficiales de la constitución de la Federación de CiU, en representación de CDC, juntamente con los de Jordi Pujol Soley, Francesc Caminal, Maria Eugènia Cuenca, Marta Ferrusola, Jordi Pujol Ferrusola, Miquel Roca Junyent, Antoni Subirà, Pere Sagarra Trias, Núria Claverol o Carles Sumarroca Coixet.
El tercer parque era propiedad de este último, fundador junto a Jordi Pujol de CDC en los años 70. Sumarroca siempre ha hecho negocios a la sombra del poder y dos de sus constructoras (Teyco y Emte) están en el top ten de las privilegiadas compañías que reciben las adjudicaciones de obra pública de Cataluña. Además, Sumarroca compró a finales de los 90 la empresa Entorn, que había realizado el informe de impacto ambiental de su parque precisamente. Y Entorn era la compañía que había creado años antes Pere Pujol Ferrusola. Después de que Sumarroca la comprase, Pere Pujol siguió como director de la misma, aunque con el bolsillo un poco más lleno.
Una evolución sorprendente
De los dos proyectos que Artur Mas añadía en su carta, el de Barbers contaba con un informe medioambiental redactado por la compañía Codema, también propiedad de Sumarroca. Y el de Tramuntana era propiedad de Joan Fages. Lo cierto es que Codema y Entorn eran las compañías reinas de los informes en el sector eólico. La pequeña firma de Pere Pujol Ferrusola, uno de los hijos del todopoderoso president, había realizado los pertinentes dosieres de un buen puñado de parques eólicos, aunque le sobrepasaba en número Codema. Cuando Pujol dejó el poder, ambas compañías se habían encargado de 25 de los 67 informes que habían llegado al Gobierno, un 37,31% del total (normalmente, cada parque eólico contrataba a una compañía diferente para los informes). http://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2014-08-06/oriol-pujol-veto-informes-de-medio-ambiente-para-lucrar-a-los-capos-de-convergencia_172673/
Comsa Ente. Esta constructora, y las decenas de sociedades o participadas que cuelgan de ella, es fruto de la fusión que protagonizaron en 2009 otra sociedad de los Sumarroca, Emte, con la de la familia Miarnau, Comsa.
Ante las crecientes dificultades económicas y financieras que soporta la empresa, que en 2014 perdió 29,9 millones a los que su auditor, Deloitte, sumó otros 41 millones, y temiendo que el protagonismo de los Sumarroca en los casos judiciales perjudique más al negocio, los Miarnau, que controlan el 70% de la empresa, han tomado definitivamente las riendas del grupo en 2015 para intentar enderezar su marcha, y los Sumarroca, con el 30% restante del capital, han quedado en un segundo plano total.
Jorge Miarnau es el presidente y sus hermanos Juan y José figuran como consejeros. La familia Miarnau controla el consejo a través de cuatro sociedades,Sheratan Management y TI 2009, ambas representadas por Jorge Miarnau; Deimos Inversión, representada por Juan Miarnau, y SEP Management, representada por José Miarnau. Los Sumarroca permanecen con tres puestos en el consejo a través de otras tantas sociedadades. Albert Sumarroca Claverol, el menos expuesto a los casos judiciales, representa a dos de ellas, Balmore Plus y Vilmar One, y la tercera, Fibex Blue,está representada por el abogado Josep Lluís Vilaseca Requena.
Carles y Jordi Sumarroca Claverol, que todavía firmaron como consejeros las cuentas de 2013, ya no figuran en el órgano de administración del grupo.
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